Selva

Art Direction: Futura
Estación Zócalo, línea 2

2019

 

Debajo de la epidermis de asfalto de la ciudad de México. Uno de los espacios más transitados del país. Entre el flujo continúo de la gente, un grupo de vendedores ambulantes camina rápido frente a la exposición. Caminan rápido con su cargamento, a pesar de que bromean, los rostros son duros, seguramente piensan en la estrategia del recorrido a través de las líneas del sistema. Seis policías con boina roja se mueven despacio, cuatro son mujeres pertrechadas con chalecos blindados y equipos de comunicación, el otro es un joven alto y un hombre maduro. Una anciana vestida con pants y sudadera rosa, demasiado delgada, demasiada pequeña, pasa lentamente tambaleándose. Ahora, una pareja de turistas rubios, con short caqui y una mochila enorme. Un enjambre de burócratas con saco oscuro. Una fila de cuatro ciegos cruza el espacio atestado, como un batallón de infantería con sus bastones en ristre arrastrándolos a través del piso de piedra bruñida.

 

Las nueve pinturas de varios formatos, la escultura de un arco serpiente hecha de placa de acero y un grabado sobre papel, permanecen expuestos en este espacio, protegidos por un grueso vidrio, tal vez sorprendidos de encontrarse frente a esta selva humana que transcurre en el corredor rectangular que da a las escaleras por donde sube la gente, hacia la edificación inclinada de la catedral, hacia la salida de este espacio extremadamente abierto de la gran explanada de cemento llamada Zócalo.